lunes, 26 de mayo de 2014

Las cuestas...cuestan!

El primer día en el que me pusieron a hacer cuestas supe lo que era la peor tortura del mundo. Recuerdo que corríamos desde el polideportivo donde entrenábamos (unos 10 min. corriendo) y allí nos tenían haciendo cuestas como 40 minutos. La cuesta en cuestión tenía una gran pendiente de unos 30 metros y después una progresiva de 70 metros. La teníamos que hacer 20 veces y recuperar en la bajada y sin parar volver a subirla. El truco está en subir rodillas y correr de punteras, os cansaréis mucho menos, probadlo. Lo bueno de este entrenamiento es la vuelta, cuando haces las bajadas. En ese momento vuelas, disfrutas y alcanzas unas velocidades que si no tienes cuidado, te puedes tropezar y acabar haciendo la croqueta dolorosa. 

Nunca supe valorarlas, me costaban muchísimo, pero ahora que las sufro por placer y no por obligación sacó mucho beneficio de ellas. Mejora mi zancada y sobretodo y para mi fundamental, da potencia a mi carrera. Lo mismo me pasaba con los escalones, pero para eso necesitaré otra entrada y volver a sufrirlos. 

No dudéis en incluirlas como parte importante de vuestro entrenamiento junto a las series y a las tiradas. Si necesitáis apoyo o información sobre los beneficios o tipos de entrenamiento con cuestas, podéis tirar de páginas runneras. Yo particularmente miro las dudas en la página de la Revista Runners, siempre tienes buenos consejos y artículos bastante interesantes.

Cuelgo el cartel de la próxima carrera que voy a completar. Si vivís cerca de Sevilla animaos a participar. Os dejo que tengo hoy un día de perros!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y tú qué opinas?