lunes, 23 de junio de 2014

I Carrera Nocturna Noche de San Juan

La cuarta carrera en toda mi vida y la segunda de este ciclo. Ha llovido mucho desde esa primera carrera, la Carmona Paez de San Fernando de 2005. La hice como la inconsciente que era, no me planteé disfrutarla, era terminarla, ver la marca y para casa. Creo que llevé durante muchos kilómetros el Casio de toda la vida, hasta que Jerónimo (@mundorobot) me regaló este precioso Nike que guardo como recuerdo...algún día le pondré la pila.












Este viernes, fue la I Carrera Nocturna Noche de San Juan de Sevilla y como estaba preparada para esa distancia, me lié la manta a la cabeza y allá que fuimos. El día lo pasé regular y es que los nervios me traicionan siempre. Al llegar al Parque del Alamillo vi de que iba la cosa y eso me tranquilizó, mucho aficionado y algún que otro "bicho". Como acostumbro a entrenar sola me gusta ir a las carreras sin acompañamiento pero con mi taquilla portátil (perdón por llamarte así, jejeje).

















Así que después de las fotos, el calentamiento y los nervios porque estrenaba Garmin y no se había podido cargar del todo, me planté en la salida con mi iphone, runkeeper conectado y vigilando el GPS. A las 9:50 se dio la salida y yo, muerta de emoción, os confieso que iba como una niña chica, eso si, controlando el ritmo porque en ese momento podía ir a 5 min/km y no era plan, sabía que debía dosificar. Los primeros kilómetros iban pasando rápidos. En el km 5,5 estaba el avituallamiento pero lo rechacé porque esa distancia estaba acostumbrada a hacerla sin beber y no iba a ir cargando con la botellita...después me acordé de ella. Resulta que si ya es difícil ponerse a correr, hazlo cruzando un botellón. Había de todo, gente que nos animaba y hasta niñas con un tacón imposible pasando sin mirar, a esas les hubiera tirado el agua, pero me confirmé con algún que otro empujón.

Tras el avituallamiento y la botellona cambié de grupo y conseguí conectar con el siguiente. Al llegar al puente de la Barqueta y ver que quedaba menos de kilómetro y medio me arriesgué y salté al siguiente grupo, porque el que no arriesga no gana. ¿La electricidad está escasita en Sevilla? La entrada del Parque del Alamillo (donde estaba la meta y la salida) la hicimos a oscuras y como yo estoy operada de la vista y tengo lentillas intraoculares, iba a ciegas, sólo veía las antorchas. Un último esfuerzo y pude terminar sprintando y dedicándole de corazón la carrera a varias personas.

Mis sensaciones fueron buenísimas toda la noche y creo que me crecí por el ambiente que me rodeaba. El recorrido muy bueno y asequible. La organización un tanto novata y hubo problemas en meta porque hasta allí llegaba la cola del avituallamiento final.
Lo importante es que iba con el objetivo de hacer el km a 6 minutos y pude rasparle un segundito. Así que después del gran esfuerzo así acabó la menda jajaja, cervecita en mano y con mala cara pero muyyyy feliz.

Por cierto, tengo usuario de Garmin Connect, por si alguien quiere agregarlo: Beduina33

Saludos ¡A por más kilómetros!

miércoles, 4 de junio de 2014

Cuando mi cabeza me dice que pare...

...y mi cuerpo me exige correr. Correr es un placer, te llena de energía, te modela el cuerpo y también, esto lo añado yo, te da una fuerza mental que es extrapolable al resto de retos que se planteen en el día a día. Esa lucha continua, ese diálogo conmigo misma, ese si/no, me paro o continuo, ese momento es como un muro, pero cuando venzo las malas sensaciones y corro limpio levantando los talones y las rodillas, ahí, disfruto al máximo.

Hay que escuchar siempre al cuerpo, porque ante cualquier pinchazo mejor parar y estirar que lamentarlo mas tarde. Yo recuerdo haber corrido con tendinitis, la cual desembocó por una mala rotación de la cadera en un quiste óseo. Imaginaos lo que me pudo doler, lo que me dolía cuando empezaba a correr y cuando se enfriaba la zona. Me levantaba de la cama con un dolor espantoso, me tenía que sujetar en la pared para poder andar hasta que se calentaba un poco. También por esa época me sacaron artritis reumatoide (en una analítica y con tan sólo 25 años) y también me mandaron unas plantillas que, si soy sincera, utilicé poquito. Os juro que después de ese episodio lleno de pruebas a causa del quiste óseo, me tomo mucho más en serio cualquier pinchazo y por encima de todas las cosas el calzado.

Hablando del calzado que es una de las partes más importantes de la equipación de un runner, yo recomiendo ir a un podólogo. En las tiendas más modernas existen máquinas muy chulas que te miran la postura del pie corriendo, pero son orientativas. Al igual que se recomienda unas pruebas de resistencia porque el corazón es el motor, los pies son nuestras ruedas. Unas ruedas desgastadas o en mal estado no pasan la ITV, por lo tanto hay que ir al especialista del pie. Ya allí pedimos que nos hagan pruebas y pasamos a elegir las zapatillas.

Yo he utilizado siempre la marca Mizuno. Tengo el pie ancho y prono ambos pies, bueno uno más que otro. La marca Mizuno me sacó de los dolores de tendinitis y me hizo ser más rápida. Después de varias Mizuno probé con Asics y cuando ya no podían con más kilometrajes, descubrí mis New Balance. Las que yo utilizo son las 890 V3 y llevo corriendo dos meses sin ninguna molestia, ni plantares ni en las rodillas. Son una maravilla. Elegid bien y tendréis unas grandes aliadas en vuestros kilómetros.



¡Nos vemos corriendo por las calles!